El filósofo inglés Simón Critchley, seguidor foribundo del Liverpool (el equipo del “You’ll never walk alone”), señaló en una entrevista sobre uno de sus últimos libros, dedicado al deporte, que “hoy en día es más difícil encontrar el idealismo, pero todavía está allí. Tal vez con los clubes más pequeños y en las ligas menores”. En un mundo que actualmente aniquila espacios concretos por medio del tiempo, tal y como señala David Harvey, donde “todo lo sólido se desvanece en el aire” (que diría Marshall Berman, y es que vivimos en un contexto donde hay un intento por disolver los vínculos sociales), Iruña Goalball nos ha devuelto la ilusión, nunca mejor dicho.
Un equipo recién creado, de un deporte muy pequeño, que en Navarra está dispuesto a dejar atrás ese “sentirse pequeño” para ser cada vez más una referencia de como hacer crecer un deporte de una forma particular, y es que lo que nos empuja no es el dinero (este deporte mas bien nos cuesta (al menos hasta ahora)) que ha contaminado los grandes deportes, sino el idealismo atravesado por un gran espíritu solidario
Iruña Goalball se formó esta temporada con dos objetivos. Permitir la participación de todos los jugadores de Goalball de nuestra tierra en las competiciones de la FEDC y otorgar un espacio propició para que las 3 jóvenes promesas del Goalball navarro (David Pardiño (18 años), Dimitri Dzoake (15 años) e Ibai López (17 años)) tengan un desarrollo deportivo adecuado de la mano de 2 maestros sin igual como son Raul Murillo y Ramon Estevez, dos artesanos de este deporte sin los que no se entiende este Club. Esa unión de veteranía y juventud tenía en el foco mirar nuestro Goalball no solo a corto plazo (tras lograr el ascenso a Primera División con Goalball Navarra), sino también con vistas al futuro. Así, este equipo a evolucionado a lo largo del año con un compromiso mayúsculo de todos sus integrantes, comandados por una pionera de este deporte como es nuestra entrenadora Martina Goñi, a la que dedicaremos un capítulo especial (merecido tras el currículum que viene acumulando).
Por ello, aún sabiendo que el reto era difícil, todos pusieron el engranaje de la maquinaria a punto de cara a la Jornada de Acceso a Segunda División, su primera aparición publica. Freud decía que las casualidades no existen, así que su gran resultado debe ser obra del curro que llevan en la mochila cada uno, retroalimentando al equipo y al conjunto del Club.
Empezaron fuertes con un empate a 8 contra Valencia, un equipo que el curso pasado derrotó a Goalball Navarra. Después de la seriedad que mostraron en el primer partido, no se quedaron atrás en el duelo frente al CRE de Catalunya, controlando todos los aspectos del choque de principio a fin para llevarse los 3 puntos gracias al 7 a 5 final. Frente a Rayo Moratalaz, fueron capaces de remontar el mal inicio, pero errores puntuales les llevaron a un engañoso 13 a 8. En el partido contra Málaga, dudosas decisiones arbitrales sumado a la incapacidad de frenar el bote del rival (y es que aún hay trabajo por delante) provocaron una dolorosa derrota por 9 a 6. Sin embargo, el equipo mostró una importante seriedad y madurez impropia de un equipo tan nobel sin la cual no se entienda la última victoria del sábado por 8 a 6 frente a Tenerife Tiflo.
El domingo no empezó bien tras el 10 a 0 encajado contra Hamaika Bilbao, el gran dominador de esta jornada. Pese a ello sacaron adelante por 16 a 10 el dueño frente a Zaragoza, donde queremos reconocer el pundonor y el coraje demostrado por un rival que dio una lección de valores pese a tener solo 2 jugadores disponibles para afrontar el partido. El último partido frente a Mediterrani volvió a dejar en evidencia que aún queda camino por recorrer, ya que errores de concentración provocaron la derrota por 9 a 7 en un duelo donde se dio la cara en todo momento. Sin embargo, la derrota se dulcificó con la noticia del histórico ascenso de categoría. Y es que Iruña Goalball es equipo de Segunda División Estatal para esta temporada 2024. El Goalball navarro vuelve a estar de enhorabuena, y viene a demostrar nuevamente que lo logrado hasta ahora no es algo puntual sino consistente, sólido, fuerte, y que no se va a desvanecer gracias a su profundo convencimiento en sus victorias.